El paso siguiente a trabajar con el punto y la línea es EL PLANO, el cual podemos entender como una superficie bidimensional (anchura más altura) que puede detonar entre otras cosas posición y dirección.
Entendemos que los planos, a pesar de poder contar con infinita superficie, pueden tener unos límites, que son los que van a formar las FORMAS PLANAS. Las formas y tipologías de esos límites delimitadores son muy variadas, como por ejemplo una línea de contorno, una diferente textura o un sencillo cambio de color.
Trabajando con el plano entenderemos como las formas planas tienen también (al igual que el punto o la línea) una gran capacidad expresiva, y vamos a ser capaces de transmitir sensaciones de volumen, profundidad, etc...
El ejercicio para trabajar estos aspectos fue un dibujo rápido de un paisaje marino, en técnica libre, y con el objetivo de demostrar profundidad variando superficies planas. Se muestran dos ejemplos estupendos del trabajo tanto en color como en blanco y negro.
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